jueves, 26 de marzo de 2009

El estilo Erausquin






Félix Erausquin, atleta de herri kirolak o deportes rurales vascos. Nacido en la localidad vizcaína de Zenauri en 1907, a los 48 años tuvo la ocurrencia de hacer un lanzamiento de jabalina con la técnica de los lanzadores de barra vasca o palankaris. El resultado fue increíble. En el estadio de Montjuic, Erausquin batió el record de España en 1956. Al día siguiente el guipuzcoano José Antonio Iguarán alcanzó los 77 metros con la misma técnica. Y en septiembre de aquel mismo año, un joven Miguel de la Quadra Salcedo llegaría a los impensables 82'80. Posteriormente, de la Quadra traspasaría en varias ocasiones la barrera de los 100 metros (el actual récord se encuentra en los 98'48m), quedando su máxima marca en 112'30, la mayor distancia jamás alcanzada.
El atletismo mundial quedó conmocionado, y comenzó el debate sobre aquella forma tan poco ortodoxa de lanzar la jabalina. La organización de los juegos de Melbourne, celebrados también en el 56, entró en pánico ante la idea de que esos atletas con pinta de aldeanos pulverizaran tan fácilmente todos los récords de la modalidad, hasta entonces en manos de disciplinados deportistas nórdicos.
La IAAF decidió modificar el reglamento, a pesar de la enérgica protesta de la Federación Española de Atletismo. El llamado estilo Erausquin o estilo español fue finalmente prohibido por la Federación Internacional, aduciendo que la técnica era poco segura para los espectadores y asistentes.

miércoles, 11 de marzo de 2009

El Alcalde y el cilicio

El Ayuntamiento de Majadahonda ha decidido suspender la proyección de la película Camino, de Javier Fesser, recientemente premiada con seis premios Goya. Al parecer ha sido eliminada de la programación debido a las quejas de varios vecinos.
La película no estuvo exenta de polémica durante su estreno: el misterioso Opus Dei se dio por ultrajado desde el inicio del rodaje, al tratar la cinta sobre los últimos días de una joven enferma cuyos padres pertenecen a la obra.
El Alcalde del municipio, Narciso de Foxá (PP), ha reaccionado sorprendentemente rápido a los aullidos de un puñado de iluminados, encargándose personalmente de anular la proyección. Sin embargo, para otros menesteres de verdadera importancia (véase por ejemplo el asunto del hotel abandonado del Plantío o la precaria situación del Colegio Público San Pío X), este pobre diablo escurre el bulto y se atrinchera en el butacón de su despacho, pavoneándose con los pijos de la zona de gobernar uno de los municipios con mayor calidad de vida y menor libertad de opinión.
Quizá Narciso esté acojonado por algún monje albino, o quizá, bajo su traje gris de grandes almacenes, le escueza la carne trinchada por un cilicio.

jueves, 5 de marzo de 2009

Capítulo VIII. Del terrible suceso que el valeroso don Quijote tuvo en la espantable y jamás imaginada aventura de las Cuatro Torres Business Area.

En llegando los dos desdichados a la villa de Madrid descubrieron las cuatro torres que hay en aquel campo; y, así como don Quijote las vio, dijo a su escudero:
- Sancho, mira allá, a lo lejos. ¿Ves como yo veo aquellos cuatro gigantes tenebrosos? ¿Qué mente enferma y falta de seso habrá consentido tal desatino? ¡Gran servicio sería quitar tan mala simiente de sobre la faz de la tierra!
- Ni enferma ni falta de seso, señor. Que más bien habrá sido una bandada de pícaros e hideputas, de esos que alardean de avances y desarrollos. Pero un pobre labriego nada sabe de esos menesteres, pues servidor prefiere morar en su choza de adobe que en las entrañas de semejantes criaturas.
- Fíjate bien, Sancho, que juraría haber visto un buen número de ánimas tristes entrar, salir y medrar en aquellos largos demonios. ¿Pero no había tras las negras sombras un agradable poblachón manchego?
- Nada queda de aquella villa, señor. Y sepa vuestra merced que no faltan hidalgos o mejor hijos de algo que gasten sus maravedíes a cambio de hacer noche en esos monstruos, pues dicen en Castilla que uno de ellos es fonda.
- Cosas veredes Sancho, cosas veredes.