lunes, 5 de mayo de 2008

Los visigodos

Esos desconocidos. Hablaba hace no mucho de historia de España con unos toledanos. Conclusiones: un puñado de bárbaros ingobernables que, cansados de vagar, saquear y violar a lo largo de toda Europa, entraron en Hispania por los Pirineos. La situación que quedó en el país tras la decadencia del Imperio Romano fue propicia para que unos salvajes terminaran gobernando desde Toledo. En sus dinastías demostraron ser asesinos fraticidas, parricidas y capaces de cualquier cosa con tal de asegurarse un puesto en el trono.
Incomprensiblemente han sido colocados en un pedestal por ciertas tendencias políticas, existiendo hasta hace no mucho ignorantes que orgullosamente se consideraban descendientes de ellos. Los Reyes Católicos apelaron a su sangre pura germana de cristianos viejos para expulsar del país a judíos y musulmanes, impulsores de la mayor y más próspera cultura que hubo en su época. A partir de entonces, España se sumió en el oscuro medievo inquisitorial que todos conocemos y que duró mucho, mucho.