Los aborígenes australianos creen en dos formas de tiempo, dos sistemas paralelos de actividad: uno es el tiempo cotidiano y objetivo; el otro, el tiempo del sueño o Altjeringa, un círculo infinito, espiritual, más real que la propia realidad. Una especie de presente eterno y mágico al que sólo algunos iniciados pueden acceder a través de ciertos rituales. Cualquier cosa que ocurra en el tiempo del sueño establecerá los valores, símbolos y leyes de la sociedad Aborigen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario